“En la oscuridad puedo colgar en las paredes de mi mente lienzos de colores, en la soledad puedo ver quién soy bajo la piel"
Beatriz y los cuerpos celestes

miércoles, 8 de enero de 2014

Sumersión



Fue sólo un segundo. Sintió una extraña y amenazante presión que la impulsaba al fondo, y un cosquilleo interior la hizo estremecerse. De nuevo, sintió que la sangre se le helaba y el pulso comenzó a pausarse. Apenas podía mover la punta de los dedos con un gracioso tintineo que bregaba por devolverla a la vida.

Pero no podía nadar.

Sus cabellos bailaban en el agua, y su cuerpo se tornaba cada vez más níveo y pesado. Apenas quedaba rastro de color en su tez, y sus ojos permanecían cerrados. Y así, quieta y mecida por la ingravidez acuosa, de dejó llevar, sumergida en un mar de recuerdos. Inmóvil.

Y entonces, su corazón volvió a latir.

Divisó una luz en la superficie, y la figura de una joven mujer que acudía a rescatarla. Su reflejo mismo. Cara a cara con su alma. Comprendió que aún la vida corría por sus venas,  y que sus ojos aún no habrían de abandonarse a la oscuridad. Decidida, comenzó a despertar su cuerpo de su letargo, y con la convicción de que pronto se hallaría victoriosa, se impulsó a la superficie.

Llegó del mar, se reencontró con la vida y sonrió. 

¿Podría haber alguna acción más loable que la de haber vencido a sus demonios y alzarse victoriosa al nuevo día?





6 comentarios:

  1. Ohhhh, precioso Mar, me ha encantado, sinceramente. Creo que no podrías haber hecho una metáfora mejor. Cuando estás mal la sensación es de ahogo sin duda. Biquiños!

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    1. Muchas gracias Mandi, últimamente me cuesta atrapar la inspiración, por eso, cuando llega, no la dejo escapar de ninguna manera. Me alegra mucho que te haya gustado :)

      Un beso enorme!

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  2. Me encanta, y me gusta mucho la imagen, es perfecta para ilustrar lo que nos narras :)

    ¿Te inspiró o vino después?

    Aunque a veces tendamos a desorientarnos, nunca hay que dejar de nadar. Al menos, durante demasiado tiempo ;)

    Besines!

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    1. Debo reconocer que la imagen me inspiró, es algo que me pasa muy a menudo :)

      Nunca, nunca hay que dejar de nadar. Siempre adelante!

      Un beso enorme, Rober.

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  3. No se que me gusta más, si el texto o la imagen, es que son perfectos ambos... La palabra rendirse no debería existir!

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    1. Gracias Pimi, mira que eres bonica cuando quieres jajaja

      Un besazo, guapa.

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