“En la oscuridad puedo colgar en las paredes de mi mente lienzos de colores, en la soledad puedo ver quién soy bajo la piel"
Beatriz y los cuerpos celestes

lunes, 29 de octubre de 2012

"Días no"

Definitivamente, hoy es uno de mis famosos "días no". ¿Y qué es un "día no"? Pues se trata de uno de esos días en los que la vagancia se apodera de tí de tal manera que contemplar el gotelé de la pared se convierte en un trabajo crítico de lo más interesante. En un "día no" el sofá se convierte en tu mejor amigo y las sillas de escritorio contienen una especie de repelente que te impide posar tu cuerpo sobre ellas. Dar vueltas por toda la casa, decir continuamente "ay Dios mío de mi vida" cada dos por tres y abrir y cerrar la nevera en milésimas de segundo se convierten en algunas de tus aficiones favoritas. Desgastas los botones de inicio de Facebook y Twitter de tanto presionarlos para comprobar, una vez más, que tus contactos no han subido nada nuevo en los últimos veinte segundos. En esos "días no", tu madre te mira pesarosa, inquieta, con gesto de reprobación. Te observa como quien observa a un delincuente, a un mamarracho de esos que salen en "Callejeros" y en "Informe Semanal" deambulando por las calles sin oficio ni beneficio. "¿Ya has terminado de estudiar?"- te pregunta con tonito, como para ir calentándote el cuerpo. Entonces, bebes agua por enésima vez (que otra cosa no, pero eliminar líquidos lo harás como el que más) y le respondes con un escueto "más o menos" que ella interpretará como un "no he hecho el huevo en toda la tarde". Coges los apuntes, los ojeas y suspiras. Haces un dibujo con el lápiz bicolor en el margen y vuelves a suspirar. Suena el teléfono y te avalanzas sobre él como si no hubiera mañana. Y de nuevo, la sombra de la culpa, esa culpa que sientes por no haber hecho nada en toda la tarde, te amenaza, y te sientes un poco mustia porque, alfín y al cabo, tienes que apechugar con lo que no has hecho.

Mi consejo: "días no" nos los encontraremos a montones a lo largo de nuestra vida. La cuestión está en darles un empujoncito y no hundirnos más en nuestras miserias, que no está la vida como para ir con esa actitud. Y en cuanto a los estudios... que el Señor nos pille confesados... Amén.





miércoles, 24 de octubre de 2012

Más cine, por favor: Un repaso al cine español de las últimas décadas

El cine español no es querido, ni admirado ni respetado en su propio país, eso es un  hecho. Los tiempos cambian y el espectador de cine demanda productos más visuales en los que la acción y las situaciones límite ganen al diálogo y las secuencias pausadas, filmes producidos por el gigante de la industria americana en los que observamos un gran despliegue tecnológico que no deja indiferente a nadie.
 Sin embargo, algunos disfrutamos con ciertas películas españolas plagadas de ingenio, historia y, en ocasiones, filosofía. Filosofía porque son muchas las películas españolas que llevan implícito un mensaje, una lección, una forma de ver la vida. No pretendo contraponer el cine de Hollywood al nuestro, pero sí que me gustaría romper una lanza en su favor para que los que ya lo han descubierto sigan disfrutando con él y para que los que aún no lo han hecho le den una oportunidad.


La fama de nuestro cine no puede ser más funesta. Los tópicos, -como ése de que en nuestras películas sólo aparecen mujeres desnudas, con diálogos casi inaudibles y guiones ambientados únicamente en la Guerra Civil-, no hacen sino hundir aún más la proyección del filme español. Y que conste que hay películas españolas malas, muy malas. Aburridas, desesperantemente estúpidas y absurdas. Pero que conste también que hay ciertos títulos que pueden escribirse con letras de oro en la historia del cine nacional, y de entre todos ellos, me gustaría hacer un pequeño repaso a los que, por una razón u otra, han despertado mi interés y no me han hecho cambiar de canal. Adelante.

Nota: Algunas de las sinopsis de las siguientes películas (como se indicará al término de las mismas) han sido extraídas de WikipediaFilmAffinityLa Butaca. Las críticas expuestas a continuación son totalmente personales. 


Carmen, de Vicente Aranda (2003)
 
Carmen es una joven cigarrera, sensual y   arrebatadora. Pocos escapan del embrujo de su mirada. Haciendo gala de sus grandes artes de seducción consigue hacer suyo al sargento José, iniciando así una tormentosa relación de pasión, celos e intrigas que dará lugar a un trágico final.   

Basada en la novela de Prosper Merimée y en la ópera de Bizet, Carmen es uno de los filmes españoles más reconocidos a nivel nacional e internacional. Paz Vega y Leonardo Sbaraglia se entregan en cuerpo y alma a experiencia erótica y violenta al mismo tiempo de la que ninguno de los dos logrará escapar. ¿Lo mejor? El trabajo de fotografía y ambientación de Vicente Aranda, que carga a todos sus filmes de una atmósfera sugerente con ciertos tintes místicos y orientales.


Mi valoración personal: 8


Camino, de Javier Fesser (2008) 

Camino es una niña de once años inteligente, despierta y optimista. Crece bajo el influjo de las férreas ideas religiosas que su madre, Gloria, que pertenece al opus Dei, trata de inculcarle. Su padre, por otro lado, se convierte en su fiel confidente y protector, pues parece ser que es el único que la comprende. La vida alegre y feliz de Camino se desvanece cuando le detectan una enfermedad incurable. Mientras todos rezan por su curación, ella sólo piensa en estar junto a Jesús... pero pronto descubrirán que ese mismo Jesús no es aquel al que su madre rezaba con devoción, sino el chico del que está enamorada.

Película dura donde las haya, y para nada recomendable a priori para aquellos que hayan pasado por una experiencia similar. Javier Fesser consigue la simbiosis perfecta entre la angustia por la terrible enfermedad de una niña y el sufrimiento de su familia, y grandes dosis de ternura y fantasía. Soberbia Carmen Elías en su papel de madre y espectacular la joven Nerea Camacho en el papel principal de la película, por el que obtuvo en 2008 el Goya a la mejor actriz. Camino es una de esas películas inolvidables que nos permiten reflexionar sobre la vida y la muerte, la fantasía y la realidad, y el amor y el odio. Es todo un canto a la vida. Inolvidable.

Mi valoración personal: 9


Los otros, de Alejandro Amenábar (2001)

Grace (Nicole Kidman) vive con sus hijos, afectados por una extraña alergia al sol, en una majestuosa mansión victoriana tras la Segunda Guerra Mundial aguardando la llegada de su esposo y padre, que se demora cada vez más. La apacible tranquilidad del hogar se ve perturbada cuando el nuevo servicio que Grace ha contratado comienza a comportarse de manera un tanto extraña, lo que inquieta cada vez más a sus hijos. Miles de hechos inexplicables suceden día a día entre las paredes de la casa, pero ¿quién está detrás de ellos? 
Estamos sin duda ante una de las obras maestras del cine español de los últimos años. Cosechó un gran éxito de taquilla cuando fue estrenada, arrasó en los premios Goya y elevó a Alejandro Amenábar a la categoría de gran director. De gran ambientación y cuidadas secuencias de planos, "Los otros" nos transporta a una atmósfera de suspense e intriga donde nada ni nadie es lo que parece ser. 

Mi valoración personal: 8,5

Ágora, de Alejandro Amenábar (2009) 

Ágora narra la historia de Hipatia (Rachel Weisz), matemática, física y astrónoma que luchará hasta las últimas consecuencias por descubrir la verdad sobre el sistema heliocéntrico y proteger la biblioteca de Alejandría del oscurantismo cristiano en el 391 d. C.

La película ganó 7 Premios Goya, incluyendo al mejor guion original para Amenábar y Mateo Gil, lo que la convirtió en la segunda película más premiada de la XXIV edición de los premios de la academia de cine español. Magistral interpretación de Rachel Weisz e impecable fotografía para ambientar una época en la que el descubrimiento de la verdad en oposición a las ideas religiosas estaba vetado, aún más para una mujer. 


Mi valoración personal: 8


Los santos inocentes, de Mario Camus (1984)  

Una humilde familia de campesinos trabaja de sol a sol en una finca próxima a Extremadura. Viven en condiciones infrahumanas y soportan día a día la humillación de sus señores. Trabajan de sol a sol y obedecen sin rechistar a las órdenes del patrón. No importan las duras condiciones climáticas ni la enfermedad del obrero... cada mañana, cuando amanece, se levantan dispuestos a hacerle frente a un nuevo día de hambre y miseria. 

Maravillosa película de Mario Camus en la que son especialmente reseñables las interpretaciones de Terele Pávez y Alfredo Landa como fieles siervos del cortijo en el que trabajan. Fue muy aplaudido el trabajo de Paco Rabal, que aportó grandes dosis de ternura e ingenuidad al panorama de una España eminentemente agrícola con cierto sabor feudal.  


Mi valoración personal: 8,5

 

Los amantes del Círculo Polar, de Julio Médem (1998)


El argumento de la película se compone de una trama circular en el que los dos personajes cruzan sus vidas de manera paralela y se desarrolla desde el momento en el que Otto (Fele Martínez) y Ana (Nawja Nimri)  se conocen por casualidad, él al ir tras de un balón, mientras que Ana corre negando la muerte de su padre, aparte de que ambos nombres son palíndromos. El padre de Otto se casa con la madre de Ana, y a partir de entonces comenzarán una relación a pesar de ser hermanastros. Tiempo después el destino les obliga a separarse. Otto se convierte en piloto y Ana se va a vivir a Finlandia, pero no tardarán en protagonizar un reencuentro que no será sino el principio del final de su peculiar historia de amor...

Este film ganó dos premios Goya en 1999 y lleva impreso el sello de Julio Médem. El cine de este director es muy personal. Es de esos que, o te encantan, o los odias. Como característica común de sus películas podríamos decir que todos sus filmes tienen una atmósfera monocromática (en el caso de "Los amantes..." predominan el color azul y las tonalidades verdosas)  que identifican a los personajes con las situaciones que están viviendo. Fele Martínez y Nawja Nimri protagonizan una peculiar historia de amor que girará en torno a los avatares del destino y el devenir de los acontecimientos que se suceden en sus vidas. El grupo español "La Oreja de Van Gogh" escribió una canción inspirada en esta película.

Mi valoración personal: 8


Juana la loca, de Vicente Aranda (2001)


La infanta Juana de Castilla, hija de los Reyes Católicos, es conducida a Flandes para contraer matrimonio con "Felipe el Hermoso". Nada más verse surge entre ellos una irrefrenable atracción. Su matrimonio se desarrolla entre escenas apasionadas y las múltiples infidelidades del monarca. Al heredar Juana la Corona de Castilla y Aragón se desata una batalla política entre Flandes y Castilla. Pero no son los asuntos bélicos lo que más inquieta a la reina, que vive amargada en su alcoba por el rechazo de su esposo...

Esta película supuso la consagración de Pilar López de Ayala, ganadora de un Goya por esta película, como una de las actrices más destacadas de nuestro cine. Como sucediera en "Carmen", Vicente Aranda inyecta en las escenas un clima cálido y apasionado para ambientar los tórridos encuentros amorosos de Juana y Felipe. Maravilloso despliegue de vestuario y atrezzo para un filme que no dejará a nadie indiferente.

Mi valoración personal: 7,5


La lengua de las mariposas, de José Luis Cuerda (1999)


1936. En un pequeño pueblo gallego, Moncho, un niño de 8 años, se incorpora a la escuela tras una larga enfermedad. A partir de ese momento comienza su aprendizaje del saber y de la vida de la mano de su amigo Roque y de su peculiar maestro (Fernando Fernán-Gómez), que les inculca conocimientos tan variados como el origen de la patata o la necesidad de que las lenguas de las mariposas tengan forma de espiral. El 18 de Julio todo se romperá. En este nuevo marco, los valores y principios inculcados serán relegados, y la relación entre aprendiz y maestro se verá truncada.(Flimaffinity)

Basada en el libro "¿Qué me quieres, amor?" de Manuel Rivas, "La lengua de las mariposas" es una de las películas españolas más bellas y entrañables. Espectacular Fernando Fernan-Gómez en su papel de Don Gregorio, un maestro de escuela que enseñará a sus alumnos con entrega y dedicación. Ambientada en los albores de la Guerra Civil Española y con música original de Alejandro Amenábar, esta película se alzó en la XIV edición de los Goya con doce candidaturas y el premio al mejor guión adaptado para Rafael Azona, José Luis Cuerda y Manuel Rivas.

Mi valoración personal: 8,5



Lucía y el sexo, de Julio Médem (2001)

Lucía (Paz Vega) es una joven camarera madrileña que decide viajar a la isla Formentera tras la desaparición de novio Lorenzo (Tristán Ulloa), escritor. Evadida en las aguas cristalinas del Mediterráneo comienza a rememorar los momentos vividos con él como si de una de sus novelas se tratase, pero los fantasmas del pasado no tardarán en hacer acto de presencia de la forma más inesperada...

"Lucía y el sexo" nunca ha tenido buena fama en nuestro país. Ni siquiera la tuvo en el momento de su estreno. No estanos frente a una película pornográfica, como muchos dijeron en su día. Ni mucho menos. Se trata de una película (un poco larga, eso sí) en la que asistimos al encuentro de los protagonistas con su pasado. Julio Médem vuelve a regalarnos una de sus películas más conocidas en la que la luz del mar Mediterráneo, las tonalidades azules y los diálogos cortos pero intensos recrean una atmósfera de erotismo y sensualidad que atrapa al espectador desde el primer momento. Es del tipo de películas "extremistas", tan características de Médem: o te gusta, o no la soportas. A mí me gustó, y mucho.

Mi valoración personal: 8


 
Las 13 rosas, de Emilio Martínez Lázaro (2007) 



Las Trece Rosas es el nombre colectivo que se le dio a un grupo de trece muchachas, la mitad de ellas, miembros de las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas), fusiladas por el régimen franquista en Madrid, el 5 de agosto de 1939, poco después de finalizar la Guerra Civil Española. Sus edades estaban comprendidas entre los 18 y los 29 años. En 2004, Verónica Vigil y José María Almela produjeron y dirigieron el largometraje documental titulado "Que mi nombre no se borre de la historia" donde se analizan y narran los sucesos de las trece rosas contados en primera persona por sus compañeras de militancia. En 2006, Emilio Martínez Lázaro comenzó el rodaje de una película basada en el libro de Carlos López Fonseca protagonizada por Pilar López de Ayala, Verónica Sánchez y Nadia de Santiago. Su estreno tuvo lugar el 19 de octubre de 2007. Fue preseleccionada por la Academia del Cine española como posible candidata a los premios Oscar de Hollywood, sin conseguir ser finalmente la elegida para representar a España.

Formidable película de Martínez Lázaro que representa uno de los hechos más lamentables de la historia de nuestro pais. Muy bien elegida la música ambiental de las escenas más trágicas, y conmovedora hasta las lágrimas la escena final del fusilamiento. Perfecta Pilar López de Ayala en su papel de madre católica que recuerda a su hijo hasta su último aliento, y destacable también una joven Nadia de Santiago en un papel lleno de fuerza y coraje.


Mi valoración personal: 8,5

Heroína, de Gerardo Herrero (2005)

Galicia, años ochenta. Pilar (Adriana Ozores), esposa y madre de tres hijos descubre con pesar que uno de ellos, Fito (Javier Pereira) es adicto a las drogas. Los narcotraficantes campan a sus anchas por callejones y esquinas y esperan pacientemente a que la presa más débil caiga en sus redes. Para luchar contra este mal que a tantas familias afecta (incluída la suya), Pilar decide fundar una asociación de padres y madres cuyos hijos son drogadictos. El reconocimiento de la prensa y del conjunto de la ciudadanía no tardará en llegar, pero el camino a recorrer será largo y espinoso. Pilar habrá de luchar junto a su socia Fina (María Bouzas) y demostrar que la fuerza de una madre que sufre por su hijo puede más que la adicción.

"Heroína", nombre más que merecido no sólo para esta película, sino también para su protagonista, que demostrará que es capaz de hacer hasta lo imposible por darle la vida de nuevo a su hijo. Maravillosa Adriana Ozores en este entrañable papel que nos hace cuestionarnos hasta dónde seríamos capaces de llegar por aquellos que más nos importan.

Mi valoración personal: 7,5

Los girasoles ciegos, de José Luis Cuerda (2008)

Galicia, años 40. Cada vez que Elena (Maribel Verdú) cierra la puerta de su casa, echa la llave de sus secretos. Al mismo tiempo que sortea los rigores de la posguerra, Elena levanta junto a su hijo Lorenzo (Roger Princep) una fachada de apariencia para ocultar la verdad sobre su familia: Elenita (Irene Escolar), la hija adolescente, se ha fugado embarazada con su novio Lalo (Martín Rivas), un joven que lleva meses en las listas de la policía; y Ricardo (Javier Cámara), su marido, vive oculto en un hueco practicado en el dormitorio matrimonial. Por si fuera poco, la aparición de Salvador (Raúl Arévalo), un diácono con dudas sobre su inminente sacerdocio, complicará más las cosas... (FILMAFFINITY)

En una España oscura, llena de secretos y prohibición, no es nada fácil ocultar un pasado tormentoso y conflictivo. Siempre he sido una gran admiradora de Maribel Verdú, y en este filme no me ha decepcionado. Interpreta a una mujer que ha de enfrentarse cada día a una dura realidad, a las miradas de sospecha de quienes se cruza por la calle y al dolor de un marido, Javier Cámara, encarcelado en su propia casa. Crítica de la represión de la época, de la ausencia total de libertad, y fiel retrato del alma atormentada de quienes han de callar y esconderse tras las
cortinas para no desvelar una verdad que, sin duda, les haría libres. Destacable también la perversión del diácono, Raúl Arévalo, que está dispuesto a transgredir cualquier ley moral con tal de satisfacer su lascivia.

Mi valoración personal: 8

Belle époque, de Fernando Trueba (1992)

Poco antes de estallar la Guerra Civil española (1936-1939), Fernando (Jorge Sanz) decide desertar y se refugia en una casa de campo, donde es bien acogido por Manolo (Fernando Fernan Gómez), un pintor excéntrico que vive retirado debido a sus ideas políticas. El chico mantiene sucesivamente relaciones con las cuatro hijas de su protector (Rocío, Violeta, Clara y Luz; Maribel Verdú, Ariadna Gil, Míriam Díaz-Aroca y Penélope Cruz, respectivamente), sin saber muy bien de cuál de ellas está enamorado. (FILMAFFINITY)

Es la segunda producción española galardonada con el Oscar a la mejor película de habla no inglesa y 9 Premios "Goya" de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, siendo una de las películas españolas más premiadas. Es una película coral, llena de ingenio y enmarcada en una época, que a pesar del título, no es la Belle Époque, sino los días previos y posteriores a la proclamación de la Segunda República Española (Wikipedia).

Galardonada película de Fernando Trueba repleta de chispa e ingenio, donde se dan cita situaciones cómicas y disparatadas ambientadas en los albores de la Segunda República. Sublime el ya fallecido Fernando Fernán Gómez, uno de los grandes maestros de nuestro cine. Guiones, ambientación y excelente capacidad interpretativa se dan la mano para dar a luz a uno de los mejores filmes de la historia del cine español, reconocido tanto por la crítica como por el espectador.

Maribel Verdú comentó en el programa de tve "Versión Española" el ambiente de camaradería que exitió durante el rodaje de la película, recordándolo como una de las mejores experiencias que ha vivido a lo largo de su trayectoria profesional.

Mi valoración personal: 8,5

El Laberinto del Fauno, de Guillermo del Toro

Año 1944, posguerra española. Ofelia (Ivana Baquero) y su madre, Carmen (Ariadna Gil), que se encuentra en avanzado estado de gestación, se trasladan a un pequeño pueblo al que ha sido destinado el nuevo marido de Carmen, Vidal (Sergi López), un cruel capitán del ejército franquista por el que la niña no siente ningún afecto. La misión de Vidal es acabar con los últimos miembros de la resistencia republicana que permanecen escondidos en los montes de la zona. Otros personajes son: Mercedes (Maribel Verdú), el ama de llaves, y el médico (Álex Angulo) que se hará cargo del delicado estado de salud de Carmen. Una noche, Ofelia descubre las ruinas de un laberinto, y allí se encuentra con un fauno (Doug Jones), una extraña criatura que le hace una sorprendente revelación: ella es en realidad una princesa, la última de su estirpe, y los suyos la esperan desde hace mucho tiempo. Para poder regresar a su mágico reino, la niña deberá enfrentarse a tres pruebas. (FILMAFFINITY)

Esta es, sin duda, una de las obras maestras del cine español. Drama, fantasía y mundos paralelos se dan cita en un apasionante filme con un final bastante subjetivo. ¿Qué ha de hacer el espectador, rendirse a la realidad o fantasear con el mundo imaginario de Ofelia? La decisión está en sus manos. En cualquier caso, algo es seguro: no quedará indiferente.

Mi valoración personal: 8


Mar Adentro, de Alejandro Amenábar (2004)

Ramón (Javier Bardem) lleva casi treinta años postrado en una cama al cuidado de su familia. Su única ventana al mundo es la de su habitación, que da al mar, donde sufrió el accidente que interrumpió su juventud. Desde entonces, su único deseo es morir dignamente. En su vida ejercen una gran influencia dos mujeres: Julia (Belén Rueda), una abogada que apoya su causa, y Rosa (Lola Dueñas), una vecina que intenta convencerlo de que vivir merece la pena. Pero también ellas, cautivadas por la luminosa personalidad de Ramón, se replantearán los principios que rigen sus vidas. Él sabe que sólo quien de verdad le ame le ayudará a emprender el último viaje. (FILMAFFINITY)
Imagino que no debe ser fácil para un actor ponerse en la piel de un hombre que sufre con creces por cada segundo que respira y que sólo desea poner fin a una vida marcada por un trágico accidente. Javier Bardem lo logró con absoluta maestría y excelente dominio de cada una de las situaciones planteadas. Belén Rueda, en su papel de fiel acompañante de Ramón, expresa una profunda sensibilidad traducida en una total entrega a la persona por la que sería capaz de hacer cualquier cosa.
En definitiva, un filme de calidad basado en hechos reales para narrar la historia de un buen hombre -Ramón Sampedro- que decidió sumergirse en un mar eterno que le conduciría a una vida -quién sabe- libre de sufrimiento. Estremecedora.

Mi valoración personal: 7

Te doy mis ojos, de Icíar Bollaín (2003)

Pilar (Laia Marull) huye una noche de su casa, situada a las afueras de Toledo, con su hijo Juan en brazos, presa del pánico y del desconsuelo. Su marido, Antonio (Luís Tosar) la maltrata física y psicológicamente. Tiempo después, Antonio comienza a asistir a terapia psicológica para maltratadores y le promete cambiar. Pilar le da una segunda oportunidad a pesar de los consejos de su hermana y regresa con él. Al mismo tiempo comienza a trabajar como cajera de visitas turísticas en la iglesia que alberga el cuadro "El entierro del Conde de Orgaz". Se siente bien consigo misma con este nuevo trabajo y no está dispuesta a renunciar a él, pero Antonio, presa de sus más bajos instintos, no está dispuesto a claudicar en su afán de verla totalmente minada como mujer... y como persona.

 Según palabras de Icíar Bollaín:
«Te doy mis ojos cuenta la historia de Pilar y Antonio pero también de quienes los rodean, una madre que consiente, una hermana que no entiende, un hijo que mira y calla, unas amigas, una sociedad y una ciudad como Toledo que añade con su esplendor artísitico y su peso histórico y religioso una dimensión más a esta historia de amor, de miedo, de control y de poder.»
Hay películas que no necesitan de armoniosas bandas sonoras ni de grandes artificios técnicos para llegar a la intimidad del espectador. Se bastan de diálogos contundentes, de miradas penetrantes, de planos que no son sino una radiografía del interior del alma humana, de la máxima expresión del dolor y la incertidumbre. "Te doy mis ojos" es una de ellas. Soberbios Laia Marull y Luís Tosar en un filme inolvidable a la par que necesario para mostrar la cruda realidad de esas mujeres que día a día cargan con el yugo del maltrato y lanzan su plegaria silenciosa de salvación desde la oscuridad de una habitación cerrada con llave.

Mi valoración personal: 7,5

8 citas, de Peris Romano y Rodrigo Sorogoyen (2008)


Como todo el mundo sabe, el amor es algo que: nace sin que uno se dé cuenta, ataca los nervios, marca un antes y un después, implica conocer a más personas, cambia la vida, se vuelve monótono, se acaba y duele, siempre duele. A veces vuelve a llevarnos a una persona a la que dejamos escapar, porque el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, ¿no? Esta la historia de una relación contada en clave de comedia a través de 8 momentos. (Fuente: FilmAffinity)
  1. Encuentro "Si el amor es la respuesta, ¿Cuál es la pregunta?"
  2. Enamorarse "A partir de aquí todo es mejorar"
  3. Citados "Durante una cita los hombres se preguntan si habrá suerte, las mujeres ya lo saben"
  4. Familia "En una relación ha que luchar contra todo, excepto contra la familia"
  5. Rutina "El matrimonio es el primer paso hacia el divorcio"
  6. Celos "Recuerda. Siempre hubo alguien antes que tú: su ex"
  7. Superación "Lo que no podemos hacer solos, podemos hacerlo juntos"
  8. Reencuentro "Bien está lo que bien acaba".
Maravillosa comedia de nuestro cine, yo diría que es incluso una de las mejores de su historia. A través de ocho historias de amor totalmente identificables, dotadas de diálogos ágiles y frescos, esta película nos nuestra la cara más real del amor en clave de humor. Intervienen algunos de los actores más destacados de nuestro cine y televisión, como   Raúl Arévalo, José Luís García Pérez, Ana Wagener, Arturo Valls, Jordi Vilches, Fernando Tejero, Alfonso Bassave, Belén Rueda, Marta Hazas, María Ballesteros, etc. Mi favorita es, sin ninguna duda, la segunda cita. Echadle un vistazo porque no tiene desperdicio. También os recomiendo la tercera. No pararéis de reír.

Mi valoración personal: 7,5


Primos, de Daniel Sánchez Arévalo

A Diego (Quim Gutiérrez) lo ha dejado su novia Yolanda (Nuria Gago) cinco días antes de la boda. ¿Qué es lo más maduro y sensato que debe hacer para superarlo? 1.- Presentarse en la iglesia el día de la boda por si ella se arrepiente. 2.- Emborracharse y despotricar junto a sus primos Julián (Raúl Arévalo) y José Miguel (Adrián Lastra). 3.- Ir con sus primos a las fiestas de Comillas, el pueblo donde veraneaban de pequeños, y allí intentar recuperar a Martina (Inma Cuesta), el amor de su adolescencia. (FILMAFFINITY)


Desternillante comedia de la mano de Sánchez Arévalo. Sin lugar a dudas, toda una revelación. Uno de los mejores filmes españoles de las últimas décadas. Perfecta mezcla de comedia, ternura y drama. Magnífica de principio a fin. Tengo que reconocerlo, es una de mis favoritas.

Mi valoración personal: 8,5



La pasión turca, de Vicente Aranda (1994)



"La pasión turca" es una película basada en la obra homónima de Antonio Gala. Desideria (Ana Belén), una mujer de mediana edad, vive estancada en un matrimonio rutinario y puramente convencional con Ramiro. Éste decide que ambos se sumen a un grupo de amigos que va a llevar a cabo un viaje a Turquía. Allí, Desi conoce a Yamam (George Corraface), guía del grupo. Ambos se embarcan en una apasionada historia de entrega, celos y amargura de la que Desideria intentará escapar en vano; Yamam es su droga particular, una adicción que la mata por dentro y al mismo tiempo le da la vida.

Estamos sin duda ante una de las mejores películas protagonizadas por Ana Belén, quien otorga a su personaje de una sensualidad desmedida. Desideria es una mujer que representa las ansias de vivir que alguien que vive en un lugar que no le gusta con una persona que la ignora. Yamam representa todo lo contrario: la aventura, la pasión, lo arriesgado... todas aquellas cosas que antes le resultaban impensables a su amante. Ana Belén hace una simbiosis perfecta entre la resignación de la mujer que vive infeliz con su matrimonio y la arrebatadora locura de la amante que está dispuesta a dejarlo todo por el hombre que la ha hechizado.

Como curiosidad, apuntaremos que Antonio Gala no estuvo nada de acuerdo con la adaptación, no trabajó en ella y discrepó con el final. Éste fue cambiado a otro (en la novela terminaba de manera diferente) y se rodaron dos. Se convocó a una serie de personas y tras testarla, la mayoría de la gente prefirió el final escogido por Vicente Aranda. Asimismo, la película posee un alto contenido erótico y curiosamente en algunas de las escenas de sexo, la cama se encontraba situada en disposición vertical, algo muy común en el cine de Vicente Aranda, tan sensual y plagado de escenas que evocan aromas, ambientes y sensaciones.

Mi valoración personal: 6

Miguel y William, de Inés París (2006)


Leonor de Vibero (Elena Anaya), hija de un comerciante español instalado en Inglaterra, una mujer joven, curiosa y apasionada por el teatro, debe abandonar Londres y regresar a Castilla para contraer matrimonio con un duque viudo y tan acaudalado como poderoso. Leonor deja en Londres a un amante desolado, William Shakespeare (Will Kemp), un prometedor autor de comedias al que gustan tanto los placeres de la carne como el aplauso del público. Ya en España, Leonor conoce a Miguel de Cervantes (Juan Luis Galiardo), antiguo soldado y literato que ha perdido la confianza en sí mismo y la fe en su talento. Ella le convence, usando su capacidad de seducción y entusiasmo, para que escriba una comedia con motivo de celebrar su matrimonio con el duque. Pero cuando Leonor empieza a romper las resistencias del autor, se presenta inesperadamente Shakespeare, que ha decidido seguirla hasta España para impedir el matrimonio de su amada con el duque. Leonor, que hace pasar a Shakesperare por un criado, ve la ocasión de unir el talento de los dos escritores y tener una obra única. Cervantes aportará hondura y sabiduría; Shakespeare, el domino de los recursos teatrales y el humor. Pero el engaño no se mantiene mucho tiempo... (Fuente: La Butaca).

Entretenida comedia que plantea un hecho cuanto menos curioso: reunir en escena a los dos grandes genios de la historia de la literatura: Shakespeare y Cervantes. En torno a su amor por Leonor de Vibero se creará un entramado de situaciones cómicas y disparatadas que arrancarán una carcajada a más de uno. Destacamos a Will Kemp en el papel de Shakespeare, por su perfecta combinación entre escritor entregado a su obra y galán que suspira por su dama... y sus damiselas. La película en sí no es una obra maestra; resulta entretenida pero carente de una trama coherente y de un guión bien elaborado.

Mi valoración personal: 6


El séptimo día, de Carlos Saura (2004)

Isabel no ha tenido una vida fácil, y a través de su desgarrador testimonio nos relata los hechos que marcaron su vida para siempre, cuando aún vivía en el pueblo con su familia. Recuerda así la historia de su tío (Juan Sanz), asesinado por Jerónimo Fuentes (Ramón Fontseré) por abandonar a su hermana Luciana (Victoria Abril). Jerónimo es encarcelado y la familia Jiménez incendia, con la complicidad del cuerpo, la casa de los Fuentes, cobrándose la vida de la madre. Los Fuentes abandonan su tierra durante un tiempo, y durante años idearán una venganza que algún día llevarán a cabo...

Escalofriante relato inspirado en la matanza de Puerto Hurraco, ocurrida en 1990. Retrato de una España ancestral, eminentemente agrícola y asentada en costumbres rurales, alejada de cualquier intento de progreso. Intrigas, amenazas, odio y rencor se dan la mano para traspasar la ficción y acercar al lector al lado más oscuro del alma humana que juró venganza.

Mi valoración personal: 7

Volver, de Pedro Almodóvar (2006)

Según las propias palabras de Almodóvar, la película nos habla de «tres generaciones de mujeres sobreviven al viento solano, al fuego, a la locura, a la superstición e incluso a la muerte a base de bondad, mentiras y una vitalidad sin límites.»
«Ellas son Raimunda (Penélope Cruz) casada con un obrero en paro y una hija adolescente (Yohana Cobo). Sole (Lola Dueñas), su hermana, se gana la vida como peluquera. Y la madre de ambas (Carmen Maura), muerta en un incendio, junto a su marido. Este personaje se aparece primero a su hermana, "la tía Marta" (Chus Lampreave) y después a Sole, aunque con quien dejó importantes asuntos pendientes fue con Raimunda y con su vecina del pueblo, Agustina  (Blanca Portillo).
«Volver no es una comedia surrealista, aunque en ocasiones lo parezca. Vivos y muertos conviven sin estridencias, provocando situaciones hilarantes o de una emoción intensa y genuina. Es una película sobre la cultura de la muerte en mi Mancha natal. Mis paisanos la viven con una naturalidad admirable. El modo en que los muertos continúan presentes en sus vidas, la riqueza y humanidad de sus ritos hace que los muertos no mueran nunca. Volver destruye los tópicos de la España negra y propone una España tan real como opuesta. Una España blanca, espontánea, divertida, intrépida, solidaria y justa». (Fuente: Wikipedia).
Aún sin ser "santo de mi devoción", he de reconocer que Penélope Cruz se ajusta perfectamente al rol de la sufrida Raimunda que nos presenta esta película. Ganadora de cinco Goyas, "Volver" es un canto a la cotidianeidad, una suerte de reportaje que nos introduce a la vida en comunidad, a la camaradería de las "señoras de pueblo", a las costumbres de un pueblo manchego donde se van trazando secretos y mentiras a raíz de los celos y la sed de venganza. Magistral la banda sonora, "Volver", adaptación del tango de Carlos Gardel, interpretada por la inigualable voz de Estrella Morente.

Mi valoración personal: 6,5

No estás sola, Sara, de Carlos Sedes (2009)



A través del testimonio de Sara (Amaia Salamanca), una joven que se halla internada en un centro de atención para la mujer maltratada, esta miniserie nos acerca una vez más al mundo de la violencia de género pero con una gran variante: se centra en las relaciones juveniles y no en los casos de mujeres ya casadas y con hijos, al contrario de lo que sucede en la mayoría de las películas que abordan este tema tan delicado. En ello reside el interés que este filme puede suscitar. Sara conoce en una fiesta a Javier (Ricard Sales) y a los pocos días comienzan a salir. Lo que en un principio parecía un romántico idilio entre ambos no tardará en convertirse en el infierno particular de Sara, que tratará de ocultarle a su familia que ese supuesto caballero de amable fachada es también un maltratador que le hará la vida imposible.
Sorprendente interpretación de Amaia Salamanca, muy alejada del estereotipo de "chica guapa" en el que se había estancado tras su paso por anteriores series televisivas. Escenas explícitas y diálogos violentos nos acercan a una realidad que es mucho más común de lo que nos imaginamos y contribuyen a hacer una labor de concienciación social para que todas aquellas mujeres (especialmente las más jóvenes) sepan reconocer las señales más características que definen a un maltratador. La ausencia de epicidad en el desarrollo de los hechos y la simplicidad de la banda sonora de esta película son reemplazados por amplios silencios, expresiones y miradas que lo dicen todo.

Mi valoración personal: 7  

El juego del ahorcado, de Manuel Gómez Pereira (2008)



Gerona, 1989. Sandra (Clara Lago) y David (Álvaro Cervantes) son amigos desde la infancia. Ya en la adolescencia su relación se vuelve cada vez más profunda y comienzan a compartir miles de secretos y aventuras. La amistad infantil de paso a un amor pasional y desbordado que encubrirá un secreto demasiado difícil de ocultar, sobre todo para David, que aún no ha sido capaz de contarle a Sandra toda su verdad...

A través del conocido juego del ahorcado se desarrolla una trama de misterio, pasión y mentiras. Clara Lago comienza a dotar a su interpretación de mayor carácter, y Álvaro Cervantes (candidato al mejor actor revelación de la XXIII edición de los Premios Goya) define a un personaje un tanto inestable emocionalmente, como evidencian sus repentinos ataques de agresividad contrastados con la ternura de las escenas más íntimas. Resaltar que una de las principales canciones de la banda sonora de esta película es "Desolado" , del grupo español "Pastora". La descubrí gracias a este filme y la recomiendo sinceramente. Destacar también la fotografía, pues los exteriores están muy bien. Parte de esta película se rodó en Irlanda.

Mi valoración personal: 7

Crimen Ferpecto, de Alex de la Iglesia (2004)



Rafael (Guillermo Toledo) es un tipo seductor y ambicioso. Le gustan las mujeres guapas, la ropa elegante y el ambiente selecto. Trabaja en unos grandes almacenes. Ha convertido la sección de señoras en su feudo particular. Nació para vender. Lo lleva en la sangre. Rafael aspira a convertirse en el nuevo Jefe de Planta. Su principal rival para ocupar el puesto es Don Antonio, el veterano encargado de la sección de Caballeros. Por fatalidades del destino, Don Antonio muere accidentalmente tras una discusión acalorada. El único testigo del crimen es Lourdes (Mónica Cervera), una dependienta horrorosa, naïf y obsesiva, que no duda en chantajear a Rafael para que se convierta en su amante, su marido y su esclavo. Rafael se desespera viendo cómo su mundo sofisticado degenera poco a poco en un infierno de vulgaridad. Preso de la locura, idea un plan infalible para librarse de Lourdes. Esta vez no puede permitirse ni un error. Todo tiene que ser "ferpecto". (FILMAFFINITY)

Entretenida y surrealista comedia de Alex de La Iglesia, dotada de grandes dosis de humor pero con ciertos altibajos en cuanto al interés que suscita a lo largo de su desarrollo se refiere. Cómica, pero simple. Buena puesta en escena. Se le puede dar una oportunidad.

Mi valoración personal: 5,5

Azul oscuro casi negro, de Daniel Sánchez Arévalo (2006)



AzulOscuroCasiNegro es un estado de ánimo, un futuro incierto, un color que, según el prisma con que se mire, cambia. Jorge (Quim Gutiérrez) ha heredado el trabajo de su padre después de que éste sufriera un infarto cerebral. Sin embargo, lucha contra un destino que parece inevitable. En los últimos años se ha esforzado por hacer su trabajo, cuidar de su padre y estudiar una carrera. Ahora su empeño es encontrar otro trabajo. A través de su hermano Antonio (Antonio de la Torre), conoce a Paula (Marta Etura), con quien entablará una extraña relación que impulsará a Jorge a dejar de sentirse responsable de todo y a tener en cuenta sus propios deseos, obviando lo que los demás esperan de él. Entonces todo podría ser diferente… o no. (FILMAFFINITY)

Película filosófica, de esas que nos permiten plantearnos la vida misma, lo que hacemos y lo que nos gustaría hacer. Destacable Marta Etura en su papel de joven presidiaria que idea un plan de lo más peculiar para gozar de un trato preferente en la cárcel, ayudada, eso sí, por Jorge, un talentoso Quím Gutiérrez que en ocasiones dejará entrever su faceta más íntima. La cotidianeidad de personajes anclados a su dura realidad (el padre tetrapléjico, la chica en la cárcel...) se mezcla con grandes dosis de humor y optimismo.

Mi valoración personal: 7

domingo, 21 de octubre de 2012

Wonderwall

Hi there! He hecho un pequeño parón durante estos días porque me ha resultado verdaderamente difícil entrar en el blog. La Universidad va bien, y ya me he adaptado bastante a los autobuses (¡todo un hito para una chica que va siempre a pie a cualquier lugar!). Las asignaturas no están mal, y la verdad es que la vida universitaria proporciona muchísima más libertad que el "encierro" del instituto, para qué nos vamos a engañar. No sé cómo era capaz de aguantar seis horas diarias de clase. ¿Acaso tenía superpoderes o algo así? Bah, creo que simplemente tenía mucha paciencia (demasiada). Al fín y al cabo es algo por lo que todos hemos pasado.

Estoy preparando una entrada sobre algunas pelis españolas que me gustan, pero no sé si os interesará demasiado, ya sabéis, por la mala fama que tiene el cine español. Mi intención no es otra que romper una lanza a su favor y poner mi granito de arena para lavar un poco su imagen, pues si bien es cierto que hay películas españolas muy malas, también hay pequeñas joyitas dignas de ser vistas. Si os interesa, ampliaré mi borrador (me está quedando bastante completo, la verdad) y lo subiré cuando pueda.

Comentar también que estoy aprendiendo griego. A mucha gente no le gusta este tipo de asignaturas, las llamadas "lenguas muertas", pero yo creo que para un filólogo que se precie no hay lenguas muertas, sino lenguas históricas que sientan las bases de las que hablamos ahora. Es un poco como estudiar la historia de la lengua, por así decirlo. Y como pasa con la vida, también hay que conocer el pasado para saber qué hubo antes de nosotros. Tiene sentido, ¿no?



Espero que empecéis la semana con energía. Es difícil a la par que desesperante levantarse un lunes por la mañana, lo sé, pero para que existan los viernes también deben existir los lunes, así que ánimo y a empezar con buen pie.

¡Nos vemos!


miércoles, 10 de octubre de 2012

Premio "Fúndete"

Mandarica  se ha acordado de mí para hacerme partícipe del premio "Fúndete", y desde aquí quiero darle las gracias y responder a las preguntas propuestas :)

Bases:
Indicar de qué blog partió el premio: Acompáñame
Indicar qué blog te lo otorga:  Mandarica
Los blogs que recojan el premio y quieran ser unidos a "BLOGS FUNDIDOS" deben pasar por el blog de origen ( Acompáñame ) para ser apuntados en la lista de amigos fundidos, para ello tendrán que hacerse seguidores y dejar un comentario con la dirección de su blog.
Se contestarán las preguntas que componen la palabra FÚNDETE. 

Frente a una falta de respeto pondrías... la mayor expresión de indiferencia en mi rostro ante mis enemigos y las más entusiastas palabras de aliento en mi boca ante mis amigos.

Un momento único... es aquél en el que parece que no ha existido ningún otro momento vivido.

Ni armándote de paciencia aguantarías... a aquellos que pretenden aprovecharse del esfuerzo de los demás.

Duermes pensando en... todas esas estrellas que oculta el techo de mi habitación y que, sin embargo, luchan por colarse a través de las rejas de mi ventana.

Esperarías siempre... la promesa cumplida de quien me la hizo con todo el corazón.

Tardas mucho... en salir del mar cuando me baño al atardecer.

Empezarías de nuevo... siempre y cuando la vida pusiera en mi camino a quienes estuvieran dispuestos a caminar conmigo.

Animo a todos los que queráis a hacerlo. Sincerarse con uno mismo a veces vale más que hacerlo frente a los demás. ;)

¡Un beso!


sábado, 6 de octubre de 2012

Life

Después de leer esto quizás muchos piensen "parece que has descubierto la pólvora" porque mis reflexiones ya las hizo en su día el gran Ortega y Gasset y muchos de los filósofos mundanos que podemos encontrarnos a pie de calle -nosotros mismos, por ejemplo-, pero lo cierto es que ahora me pregunto más que nunca de qué manera nuestras circunstancias pueden condicionar nuestra forma de ver la vida y nuestro carácter.

¿Qué pasaría si elimináramos de nuestra vida o de nuestro "expediente vital", por así decirlo, las experiencias que hemos vivido (buenas y malas), las personas que hemos conocido y la suerte que hemos tenido? ¿Con qué nos quedariamos? ¿Hasta que punto intervienen nuestro entorno y nuestras circunstancias en nuestra manera de ser? Siempre he pensado que "somos lo que hemos visto y lo que hemos vivido", que nos hacemos a nosotros mismos a lo largo de nuestra vida, que crecemos como personas cuando atravesamos experiencias difíciles y que adoptamos una actitud más optimista cuando alcanzamos nuestros logros. 
Considero que no nacemos con un carácter predefinido, sino que éste se va forjando con el devenir de los años y con todo lo que vivimos. Tienen mucha relación con nuestro carácter nuestro entorno, las personas más allegadas a nosotros, la vida que nos haya tocado en suerte vivir. Nadie es más o menos simpático, antipático, arriesgado o pesimista por casualidad, sin más. Todos tenemos una historia que nos va dejando cicatrices, huellas imborrables que nos recuerdan cada día quiénes somos y nos hacen plantearnos quiénes queremos ser.


  

Los errores que cometemos son sólo accidentes en el camino que nos recuerdan que somos libres para tomar decisiones. Los objetivos que vemos cumplidos son la prueba de que somos capaces de hacer cualquier cosa por la que luchemos con determinación. A lo largo de nuestra vida conocemos a muchas personas, y todas ellas siempre nos dejan algo de sí mismas. Hay quienes nos tratan como a verdaderos hermanos, nos consuelan y nos animan a seguir. También hay quienes nos hacen daño y nos humillan. Luego están aquellos que pasan sin pena ni gloria, pero que al fín y al cabo han estado ahí. 
De la persona que te hizo feliz quédate con lo mejor, de la que te hizo sufrir quédate con esas enseñanzas tan valiosas que sólo da el dolor, y de la persona que te hizo sentir indiferencia quédate con la gratitud de haberla conocido, de que de alguna manera tú pasaras por su vida y ella por la tuya.

No estamos hechos con el mismo molde ni somos marionetas de trapo. Somos personas que sufren y padecen, que celebran sus victorias, que trabajan duro por su futuro, que conectan con otros e intercambian ideas. Somos libres y estamos vivos. No necesitamos nada más para inspirar con fuerza y marcar las huellas de nuestros pasos en las arenas movedizas del tiempo. 



Playa de "La Térmica", Almería



miércoles, 3 de octubre de 2012

Conductor... acelera si puedes

En la entrada anterior comenté a grandes rasgos mis primeras experiencias universitarias. En esta voy a intentar profundizar un poquito más, aunque lo que escriba aquí no dejarán de ser esas primeras impresiones que con el tiempo se van quedando en el recuerdo, porque hay que ver lo diferente que nos puede parecer una situación una vez que hemos pasado bastantes veces por ella.


Como ya dije, estoy harta del autobús. Y que conste que no estoy muy por la labor de quejarme, porque yo vivo en el centro y sólo tengo que aguantar media horita de trayecto. Los que vienen de la provincia soportan estoicamente hasta hora y media de trayecto, pero eso no quita que los que venimos del centro nos planteemos hacer un muñequito vudú en honor al director de Surbus cada vez que nos subimos al bus. Y es que no hay derecho a que recorten también líneas de autobuses y que éstos tengan que ir a rebosar a cada mañana.

Me aferro a una de las barras como si del borde de un precipicio se tratara, hago verdaderos movimientos de break dance cuando pasamos por una rotonda, -porque señores, en Almería hay cincuenta mil rotondas- y las paso canutas para sacar el bonobús de la cartera, sostener la carpeta, cerrar el bolso, soportar los empujones del de detrás y dar un pequeño saltito cuando atravesamos uno de esos "macrobaches" o badenes que hay en esta ciudad. Me he vuelto una experta en apretar la barriga para dejar pasar a alguien  y me siento cual esquiadora cuando me toca situarme en la parte central del bus con las piernas un pelín abiertas para mantener el equilibrio. Hoy mismo, estando en esa misma postura, le he pegado un empujón al chico de atrás por culpa de un frenazo que casi nos hace comernos la marquesina trasera. Al final del trayecto, cuando cada uno pretendía irse por su lado, hemos tenido que retroceder bruscamente al comprobar que su camisa se había enganchado ligeramente en la cremallera de mi bolso. Él casi se queda sin camisa, y yo sin paciencia.

Eso por no hablar de la fauna que habita estos archiconocidos medios de transporte. ¿Y como es esa fauna? Pues el usuario medio es un joven universitario de veinte años con un móvil de esos supermegachachis de última generación y una carpetita, y, en el caso de las chicas, una joven de unos diecinueve años, con su correspondiente móvil de divina de la muerte, dos litros encima de colonia dulzona del Mercadona y una cantidad ingente de rímel sobre unas pestañas tan curvadas que casi les rozan las cejas. Yo me salgo de la media, aunque en mi contra tengo que decir que soy una torpe sin remedio que atropella a más de uno cada dos por tres.

Mis compañeros y yo esta mañana en el autobús.
Pero, sin lugar a dudas, lo que más me inquieta de mis viajes en autobús es esa gente que desde primera hora de la mañana habla a voces. Y no de cualquier tema, claro, sino de la mayor chorrada que te puedas imaginar. Normalmente se trata de dos chicos que comentan a voz en grito el número de tías que han caido en sus redes durante el fin de semana o sobre la cantidad de gente que puede ir subida en el autobús en ese momento. En algunos casos incluso se lanzan a la aventura a intentar contar las cabezas, pero no discretamente, nooooo...  

"¡¡¡UNO!!!, ¡¡¡DOS!!!, ¡¡¡TRES!!! (...) ¡¡¡QUINCE...!!! Osti tio, ya me he perdío. Voy a empezar otra vez. ¡¡¡UNO...!!!"

Dejando el tema del autobús aparte, que ya me crispa lo suyo, diré que el ambiente de la universidad en general me está gustando. La gente es maja (aunque habrá de todo) y hay mucha más libertad que en el instituto. Muchísima. Lo que no me gusta es que los profesores que dan clase a primera hora no avisen previamente en el aula virtual de que no habrá clase al día siguiente, pero por lo demás estoy a gusto y no me quejo. Es más, me siento privilegiada. No todo el mundo puede ir a la universidad. Hoy en día lo vemos como algo rutinario, como un mero trámite que realizas al terminar el instituto, pero yo creo que es mucho más que eso. Antaño las familias más desfavorecidas se las veían negras para pagarle los estudios al hijo mayor o al más entregado a la labor intelectual. Sólo queda cruzar los dedos para que no retrocedamos en el tiempo.



Y bueno, tras esta perorata que acabo de soltar puedo dar por concluidas mis segundas reflexiones universitarias, aunque más bien parece que he redactado una carta de reclamación al servicio de atención al cliente de Surbus, pero bueno, son gajes del oficio y hay que aguantar con ellos. ¡Ojalá que todos los problemas fueran como este!

Nos vemos pronto. ¡Cuidáos mucho y seguid escribiendo! Y es que, como dice uno de mis profesores, "el conocimiento os hará libres".