“En la oscuridad puedo colgar en las paredes de mi mente lienzos de colores, en la soledad puedo ver quién soy bajo la piel"
Beatriz y los cuerpos celestes

martes, 11 de diciembre de 2012

Reflexiones sobre "Big Fish"

El domingo pasado ví Big Fish, de Tim Burton. ¿Y quién no ha visto esa película a estas alturas? Supongo que todavía me queda una lista muy larga de recomendaciones cinematográficas, pero puedo prometer que estoy haciendo todo lo posible por solucionarlo.
El caso es que esta película me hizo pensar como pocas. El argumento es simple pero al mismo tiempo tremendamente original: un hombre va a visitar a su padre en las últimas semanas que le quedan de vida. El padre es un hombre optimista y sociable que a lo largo de toda su vida ha contado innumerables historias increíbles sobre su juventud. Sin embargo, su hijo cree que sólo son producto de su imaginación y que se las inventa continuamente.

" Lo fascinante de los icebergs es que sólo ves el 10%, el otro 90% está bajo el agua y no lo ves. Y contigo es lo mismo papá, sólo veo un trocito que sobresale por encima del agua".

 Poco a poco, irá haciendo un esfuerzo por escuchar a su padre y tratará de averiguar si estaba equivocado o no, si hay algo de cierto en los relatos fantásticos que le narraba desde niño. 

 " Mi padre siempre hablaba de un montón de cosas que nunca había hecho y seguro que hizo un montón de cosas de las que nunca hablaba. Estoy intentando reconciliar las dos cosas".

Y sí, el padre había vivido mucho, muchísimo. Conoció a miles de personas durante toda su vida y viajó a muchísimos sitios, pero exageró una parte de la realidad convirtiéndola en algo increíble y enigmático. Sólo aportaba ese toque de magia que hacía del lugar más común un verdadero paraíso.

" Les vendió un sueño"
 Y es que Edward Bloom era alguien especial, un hombre dispuesto a comerse el mundo. No se conformaba con su pequeño pueblo y sus gentes tranquilas, quería más. Por ello, un buen día emprendió un largo viaje en busca de aventuras y nuevos desafíos, y así escribió su propia historia, la historia de su vida. Conoció a la mujer de la que se enamoró nada más mirarla a los ojos y luchó por alcanzar todos sus sueños. Quizás su vida no fue tan increíble como solía decir, pero él se encargaba de idear historias llenas de ilusión y fantasía para hacer soñar a quienes le escuchaban, y eso es más importante que cualquier otra cosa.

"Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar, y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco ha zarpado, que solo un iluso seguiría insistiendo... Pero lo cierto es que siempre he sido un iluso".

Y aún después de haberse marchado para siempre, sus historias siempre vivirán. 
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"Un hombre cuenta sus historias tantas veces que al final él mismo se convierte en esas historias. Siguen viviendo cuando él ya no está. Y de este modo, el hombre se hace inmortal".

Ten muy claro quién eres, pero más aún quién no quieres ser. Enfréntate a lo que venga sin miedo, y jamás dejes en el camino tus sueños, tus ilusiones. El mundo es en ocasiones un lugar inhóspito y hostil, y sólo la magia que conserves en tu interior logrará transportarte a otra época, a otro momento de gloria y esperanza en el que tus temores sólo serán castillos en el aire. Tú tienes la capacidad de hacer cualquier cosa, de crear nuevos mundos y volar con sólo cerrar los ojos. No permitas que la monotonía y la mediocridad del día a día te priven de ese don.

"El pez más grande es así porque no se deja pescar".