“En la oscuridad puedo colgar en las paredes de mi mente lienzos de colores, en la soledad puedo ver quién soy bajo la piel"
Beatriz y los cuerpos celestes

domingo, 14 de abril de 2013

Cosas de la vida

Pues sí, aquí estoy otra vez. He tardado varios días en volver porque he estado recuperándome de la resaca del cumple de Naar, que fue demasiado intenso incluso para nosotras. Así que nada, después de todos estos días pegada a la botella de agua y al Paracetamol, tratando de recomponer cada uno de los momentos de aquella noche loca, aquí estoy.

Que noooo, nada de resacas. Simplemente, he tenido uno de mis famosos periodos de "sequía bloguera" en los que no se me ocurre ningún tema lo suficientemente interesante como para escribir sobre él. Abría el cuadro de texto, posaba los dedos sobre las teclas, y... y nada. Cero absoluto. Era incapaz de escribir una sola palabra. Pero, un momento... ¿quién ha dicho que las cosas que escribo aquí sean interesantes? Si acaso, mínimamente entretenidas. Si es que soy una vaga sin remedio. Ahora que tengo tiempo para ver películas, series, y leer infinidad de libros, no lo hago. Pero tengo motivos, todo hay que decirlo. La verdad es que mi vida ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Me han pasado cosas que han mantenido mi mente demasiado ocupada. Cosas que me mantenían despierta hasta las tantas de la mañana, o que me quitaban el hambre a cualquier hora del día. Pero, sobre todo, cosas que me hacían darme cuenta de la complejidad de esta vida, de esos cambios inesperados que transforman la estabilidad en un huracán y el miedo en una opción totalmente descartada.

Y ahora llega ese momento en el que os confieso que no puedo contaros esas "cosas" tan importantes que me han robado el sueño, más que nada porque no sería justo para las personas de mi entorno que están involucradas en ellas. Pero, eso sí, un día pienso narrarlas en forma de relato breve, aunque daría más para una novela de las lacrimógenas. No es broma. Lo que ha pasado ha sido lo más fuerte que me ha ocurrido en mi vida, y yo creo que merece ser contado de alguna manera. Incluso puede que llegue a hacerlo "en clave" dentro de muy poco, quién sabe. De momento, tengo que recomponer mis ideas y dejar que el tiempo me dé muchas respuestas.


Y mientras el tiempo se encarga de darme, una a una, todas esas respuestas que tanto necesito, voy dejando que mi vida siga su curso, pero esta vez estoy tomando parte en ella. Si comparo mi vida actual con la de hace un año, puedo llegar a marearme al experimentar nuevamente el giro de trescientos grados que han dado los acontecimientos. Ahora voy a la universidad, he conocido a mucha gente nueva, tengo más libertad, otra forma de ver las cosas más autónoma y aventurera, y estoy decidida a llevar adelante muchos proyectos. Ya no me preocupo por el pasado, porque no merece la pena. Y en cuanto al futuro... bueno, es algo que no podemos controlar al cien por cien. Si acaso, podemos influir un poco en él con lo que hagamos hoy, pero no depende de nosotros todo lo que va  a ocurrir, así que no merece la pena calentarse demasiado la cabeza por ello.

Ahora estoy tranquila, expectante, feliz. A pesar de todo, muy, muy feliz. Disfruto de cosas que antes no valoraba tanto, como tomarme un café con alguien que me dé una buena conversación o tomar un ratito el sol junto al mar. Cosas simples, cotidianas, que en su conjunto componen las piezas de mi día a día, de mis proyectos, de mi vida, de mí misma.

Nos vemos dentro de nada. ¡Un beso!

Mar

PD: Soy una friki-fan de Titanic, y como hoy se cumplen 101 años del hundimiento del transatlántico, os dejo el trailer de la peli en 3D y una foto de Jack y Rose. Que sí, que sé que la película tendrá sus detractores, pero dejando aparte las interpretaciones, la banda sonora, la fotografía y los efectos especiales me encantan.