“En la oscuridad puedo colgar en las paredes de mi mente lienzos de colores, en la soledad puedo ver quién soy bajo la piel"
Beatriz y los cuerpos celestes

sábado, 10 de noviembre de 2012

Prefiero...

Prefiero lo dulce a lo salado, y lo salado a lo amargo.

Prefiero los días soleados a los lluviosos.

Prefiero el calor al frío, y la primavera al otoño.

Prefiero el mar a la montaña.

Prefiero el inglés al francés, y el francés al alemán.

Prefiero acostarme tarde estudiando que levantarme temprano para hacerlo.

Prefiero Facebook a Tuenti.

Prefiero los perros a los gatos y los gatos a muchos otros animales.

Prefiero los aromas frescos a los dulzones.

Prefiero las noches estrelladas a los días solitarios.

Prefiero las canciones de desamor a las de amor.

Prefiero las películas románticas a las de terror.

Prefiero los libros "realistas" a los de fantasía.

Prefiero un beso sincero en la mejilla a uno falso en los labios.

Prefiero el pelo largo al corto.

Prefiero los chicos con barba de tres días a los afeitados.

Prefiero el Cola Cao al Nesquik.

Prefiero la Historia del Arte a la Filosofía.

Prefiero el autobús al metro.

Prefiero los dibujos animados de antes a los de ahora (¡cómo no!).

Prefiero quedarme callada a discutir con alguien que no respeta mi opinión.

Prefiero ayudar a alguien que lo necesita antes que a mí misma.

Prefiero encerrarme en mi habitación cuando estoy enfadada a hablarle mal a los que me rodean.

Prefiero lo sugerente a lo explícito.

Prefiero una mirada limpia a unos ojos bonitos.

Prefiero una noche de películas y mantita a salir de fiesta, y salir de fiesta a no hacer nada.

Prefiero los Reyes Magos a Papá Noel.

Prefiero las sonrisas de agradecimiento a las palabras de cortesía.

Prefiero una mirada de reprobación a un eterno discurso de reproche.

Prefiero las letras a las ciencias, y las ciencias a muchas otras disciplinas de estudio.

Prefiero el arrepentimiento de haber hecho algo a no haberme arriesgado a hacerlo.

Prefiero ser ordenada a vivir en el desorden.

Prefiero ser optimista a pensar que todo va a salir mal.

Prefiero las ciudades a los pueblos.




 La idea de esta entrada me la ha dado Mandarica, así que os animo a leer sus preferencias y a que vosotros escribáis las vuestras. Es una buena forma de conocernos mejor.


¡Un beso!