“En la oscuridad puedo colgar en las paredes de mi mente lienzos de colores, en la soledad puedo ver quién soy bajo la piel"
Beatriz y los cuerpos celestes

martes, 22 de enero de 2013

Necesidades

Cosas que me dan la vida. Ahora mismo me apetece pensar en ellas, necesito que me rodeen. Pienso, por ejemplo, en ese mar inmenso que veo todos los días desde el autobús, camino de la Universidad. Es increíble. El sol se refleja sobre él, las olas lo acompañan, y yo lo miro, lo vuelvo a mirar, y no me canso hacerlo. 
Me da la vida un beso de mi madre, y un abrazo en el momento preciso en que lo necesito. Un abrazo sincero, dado con el corazón, sin reservas. Yo soy feliz cuando la gente que me importa lo está; es algo que necesito como el respirar.
No podría vivir sin mi música, sin mis películas, sin mi afición por la escritura, que más que afición es una de mis funciones vitales. Yo necesito vivir el arte, sentirlo, crearlo, experimentarlo. 

Sé lo que es pasarlo mal, lo sé muy bien. Al fin y al cabo, todos lo sabemos. Creo que es por eso que valoro tantísimo los momentos buenos, esos en los que sientes que todo está perfecto y que nada podría ir mejor. Sólo quiero que esos momentos malos que tanto daño me han hecho no vuelvan, que se queden en el pasado y que no me atormenten más. Sí, ya sé que la vida está compuesta de momentos buenos y malos, pero yo ahora necesito los buenos como el respirar. Necesito tener cerca a la gente que me importa, que me dé el sol, ver el mar, escribir, seguir haciendo planes, proyectos futuros que quién sabe si se cumplirán o no... pero que me permitan soñar, tener una ilusión. 

Y en cuanto a tí... hoy nos hemos dedicado esa última mirada especial, y cada uno nos hemos marchado por nuestro lado " a construir nuevos mundos, nuevos horizontes, nuevos mares, nuevos sueños", pero me dejas uno de los recuerdos más bonitos de mi vida y, estoy segura, una amistad muy valiosa con la que sé que siempre podré contar. Que esto haya acabado así, sin problemas, sin malentendidos, sin una palabra más alta que la otra, con respeto y 'buen rollo' también es una de las cosas que 'me dan la vida', que me hacen plantearme otra manera de afrontar las situaciones, más madura, serena y positiva. Y, aunque me hubiera encantado que las cosas se dieran de otra forma, te prometo que me alegro muchísimo de que este haya sido el final de este capítulo... y el principio de algo que, quién sabe, puede que sea incluso mejor.

Necesito rodearme de mi mar, de cariño, de buena música y, por qué no, de esos dichosos apuntes de Literatura que me miran  inquisitivamente, esperando a que me digne a tocarlos. Fuera penas, fuera recuerdos del pasado. Tengo derecho a expresar lo que siento, a estar mal si lo necesito y a reir si es eso lo que me apetece. Por primera vez en mucho tiempo, voy a pensar en positivo, voy a creer que todo saldrá bien. 





viernes, 18 de enero de 2013

Un lugar llamado mundo


Piénsalo, piénsalo por un momento. Un lugar llamado mundo, donde nuestras palabras sean susurros del aire, donde seamos capaces de pronunciar los silencios que no nos dedicamos cuando debimos hacerlo. Una tierra nueva, un sol nuevo, y viejos recuerdos sepultados al olvido. Pronunciaremos las olas del mar al romper en la orilla; las pronunciaremos como si de nuestros nombres se tratara. La arena nos vestirá, la arena fina que, atrevida, se introducirá entre los dedos de nuestros pies y se deslizará por las palmas de nuestras manos.

Será un lugar llamado mundo, un nuevo mundo creado como lo quieres tú, como lo quiero yo. Un espacio donde no existirá ni el bien ni el mal, donde estará prohibido pensar antes de hablar. Seremos instintivos, voraces, furtivos... seres etéreos, dominados por impulsos, alejados de la razón y sus loables consecuencias. Será tu mundo, pero también será mío. Y no, no estaremos solos. No nos abandonaremos como dos locos que olvidaron hasta su fecha de nacimiento, no. Ni seremos uno, ni tampoco eternos. Viajaremos juntos, compartiremos experiencias y luego las escribiremos. Y cuando nos cansemos, nos diremos adiós, nos dedicaremos una última mirada y nos marcharemos, cada uno por su lado, a construir nuevos mundos, nuevos horizontes, nuevos mares, nuevos sueños.

Tú sólo piénsalo, piénsalo por un momento.


Fotograma de 'Los Amantes del Círculo Polar', de Julio Médem

domingo, 13 de enero de 2013

'Los Miserables', de Tom Hooper

Lucha. Sueña. Desea. Ama.
Después de haber leído la maravillosa reseña que Rober nos ha dejado en su blog, y que por supuesto os invito a leer, poco más me queda a mí por decir sobre esta película. Sin embargo, teniendo en cuenta lo insistente que me puse para convencer a mis amigos de que fuéramos al cine a verla, qué menos que dedicarle unas palabras a aquellos detalles que más me han llamado la atención.

El argumento de esta película es de sobra conocido gracias a la popular obra literaria de Victor Hugo:

"El expresidiario Jean Valjean (Hugh Jackman) es perseguido durante décadas por el despiadado policía Javert (Russell Crowe). Cuando Valjean decide hacerse cargo de Cosette, la pequeña hija de Fantine (Anne Hathaway), sus vidas cambiarán para siempre". (Filaffinity)

 'Los Miserables' es un filme que canta a la libertad, al desconsuelo y sobre todo a la lucha por sobrevivir y por tomar las calles en pos de los ideales revolucionarios que se fraguaron durante la Revolución Francesa. El envidable elenco de actores con el que cuenta esta película, entre los que destacan Hugh Jackman, Anne Hathaway, Russell Crowe, Helena Boham-Carter, Amanda Seyfried, Eddie Redmayne, Sacha Baron Cohen y Samantha Barks nos transporta a un entorno lúgubre y deshumanizado en el que la desgracia y el desconsuelo se unen para dificiltar la existencia de nuestros personajes. Un envidiable despliegue de vestuario creado con dedicación por Paco Delgado aporta credibilidad y luz a la escena, siempre acorde a las circunstancias personales de los personajes y a su condición social.




 Sorprendente el polifacético Hugh Jackman en su papel del ex presidiario Valejan que jura hacerse con una nueva identidad y buscar una nueva vida, imponente en todo momento Russel Crowe -un entregado Javert- y maravillosa Anne Hathaway, quien es para mí una de las piezas clave de esta película musical. Lejos de adelantar acontecimientos y de 'spoilear', sí que me gustaría comentar que la escena en la que canta 'I dreamed a dream' es simplemente escaliofriante, emocionante hasta llegar a las lágrimas. La expresión facial, la mirada, los silencios... son absolutamente perfectos. Toda una combinación de emociones y sentimientos a flor de piel reflejados por parte de una mujer que ha dejado atrás la inocencia de la juventud y se siente humillada, perdida, devastada. Del mismo modo, Eponine (Samantha Barks) canta al amor imposible bajo la lluvia, expresando el dolor de saber que su amado no le corresponde.


Mención especial merece la banda sonora instrumental de esta película, aunque, recordemos, la mayor parte de los minutos de grabación son cantados. El diálogo es mínimo y se limita, con suerte, a un par de frases por escena. Sin embargo, considerando que los actores cantan en directo en la película, hecho especialmente insólito, este detalle se suma a la larga lista de razones por las que merece la pena verla.



Sin embargo, la traducción de 'Los Miserables' al español deja un poco que desear. No soy traductora ni voy a juzgar esta cuestión al detalle, pero creo que mis humildes conocimientos de inglés me permiten decir que le han dado un giro radical a ciertas frases, haciendo en ocasiones que adquieran un significado totalmente opuesto al que tienen en inglés. Por ejemplo, en una escena repiten en numerosas ocasiones 'Bring him home' o 'Get him back home' (llévale a casa o llévale de vuelta a casa), mientras que en los subtítulos en español podemos leer 'Sálvalo'. Y como este ejemplo podemos encontrar muchos más que desmerecen un poco la película pero que, sin embargo, quedan opacados ante la majestuosidad de las escenas en las que 'las barricadas' luchan en la calle apasionadamente.

Por otro lado, y pese a algunas críticas que he podido leer, 'Los Miserables' NO es una película lenta.  El público está muy malacostumbrado al relato dinámico de acción, en el que parece que no sucede nada si en una escena los personajes se detienen a hablar. En una conversación lenta, pausada, con sus correspondientes silencios, se pueden decir muchas cosas de vital importancia para el desarrollo de la trama. No confundamos ausencia de dinamismo con lentitud; son dos términos radicalmente opuestos. Sí es cierto que hay ciertas escenas a las que les sobra un par de minutos de grabación, pero no podemos considerar que una película sea lenta por tratarse de un musical o por no contar con esas persecuciones aceleradas tan características del cine de acción.




En definitiva, 'Los Miserables' es una de esas películas por las que merece la pena ir al cine y pagar una entrada. A mí me gusta ver en la pantalla grande aquellos filmes con una buena fotografía y una banda sonora digna de ser escuchada en estéreo, y esta película reúne esos dos requisitos y muchos más. Es una buena adaptación del clásico de Victor Hugo, uno de los mayores descubrimientos cinematográficos de los últimos años y, sobre todo, un exultante muestrario de actores, vestuario y emociones al servicio de la máxima expresión del género cinematográfico. Altamente recomendable.

Nos vemos muy pronto. ¡Un beso! :)



domingo, 6 de enero de 2013

Primeras reflexiones del 2013

Deberían declarar el 6 de enero el Día Internacional de los Estudiantes, os lo prometo. Me dan igual los Reyes Magos, ya tienen bastante protagonismo gracias a los niños. Y digo que debería ser el Día Internacional de los Estudiantes (o al menos de los universitarios) porque es precisamente hoy cuando te das cuenta de que no has estudiado gran cosa tras dos semanas de vacaciones entre turrones, especiales de Navidad, películas, fiestas y toda la parafernalia navideña. Y claro, te das cuenta también de que febrero está a la vuelta de la esquina, y que ya te puedes ir aplicando si no quieres sufrir... las consecuencias (voz de suspense).

Sin embargo, lo cierto es que este 2013 ha empezado muy bien para mí en todos los sentidos. Yo creo que ya me tocaba ser un poquito feliz después de dos años de decepciones y tristezas. Que sí, que hay que saber aprovechar los buenos momentos de la vida, porque los malos vienen solos, sin necesidad de que los llamemos. Y es pensando esto cuando aprendo a valorar a la gente que tengo a mi lado, cuando comienzo a disfrutar de esas pequeñas cosas que realmente me hacen feliz. Es una época de cambios, de nuevas aventuras. Ya no voy a comerme la cabeza como lo hice tiempo atrás, ni voy a calcular cada uno de los pasos que dé, simplemente me voy a dejar llevar, porque lo necesito como el respirar. Y no miento si digo que ahora mismo no quiero pensar en el futuro, ni angustiarme por lo que pase o deje de pasar. Simplemente quiero aprovechar el momento, disfrutarlo al máximo y llevarme un recuerdo imborrable de él. Y agradecer a la vida que también me haya hecho pasar por situaciones muy difíciles, pues han sido el mejor aprendizaje que he obtenido jamás, estoy completamente segura.

Espero que los Reyes Magos se hayan portado bien con vosotros -¡supongo que tendré que retirar lo de que me dan igual!-, pero no me refiero únicamente a los regalos envueltos en papeles brillantes y bonitos, que también, sino especialmente a aquellas cosas que realmente deseéis y que os hagan sentir bien. 

Un beso enorme.