“En la oscuridad puedo colgar en las paredes de mi mente lienzos de colores, en la soledad puedo ver quién soy bajo la piel"
Beatriz y los cuerpos celestes

martes, 22 de noviembre de 2011

Modas

Ya no está de moda ser educado, ni responsable, ni amable. Ya no está de moda sonreír, ni tratar de superarse cada día -te arriesgas a la más pérfida y dañina envidia-. Ya no se lleva el respeto, ni la ambición sana, ni la sinceridad. 


Ahora se lleva la indiferencia, el pasotismo, la desidia. El afán de idiotez, la mentira tranquilizadora, esa que nos reconforta ciegamente ante la derrota. Está de moda la apariencia, el tanto tienes, tanto vales. Vistete de falsedad y orgullo cada mañana, y te adorarán. Mira por encima del hombro, sonríe con fingida simpatía a quienes repudias en la soledad, y no dudes que irás a la última.



Yo nunca fui de tendencias. El catálogo del siglo XXI me aburre sobremanera. Prefiero mi estilo de siempre, el correcto. El estilo de los buenos días, el por favor y las palabras de aliento en la tristeza. La moda antigua, a la vieja usanza. Una forma de ser sincera y alejada de materialismos, imperfecta pero natural. 

Y tú... ¿cómo te vestirás mañana?





Lugares por descubrir: Italia

Lo tengo claro. Si me pudieran conceder la oportunidad de viajar a cualquier parte del mundo, indicutiblemente eligiría viajar a Italia. Italia la romana, la renacentista, la de reminiscencias griegas, la culta, refinada y acogedora Italia. Hay quien dice que ciertas ciudades del país son macro obras de arte. Y no por nada, están repletas de conocidísimos edificios, esculturas y pinturas. Es la cuna del arte propiamente dicho, tal y como hoy lo conocemos.
El Panteón de Agripa, el Coliseo, la Basílica de San Pedro, la Capilla Sixtina, la Fontana di Trevi... ¡son tantos los lugares que me gustaría visitar! 



Coger una cámara de fotos, unas gafas de sol y recorrer los lugares de Roma y Venecia. Estudiar los estilos arquitectónicos de las columnas de los edificios, mezclar mi castellano desgastado con un dialecto italiano veloz y  contundente. Imaginar a los grandes artistas de todos los tiempos afanados en la construcción de los templos, las esculturas, los relieves. Sentir la perfección más absoluta reflejada en el David de Miguel Ángel. Suspirar desde el Ponte Milvio y aislarme de esta sociedad de principios endebles y adentrarme en lo misterioso, pasear por los pasillos de la historia, de la pintura y la música. 

Y si algún día lo consigo, que no me busquen. Porque quizás yo ya haya encontrado allí mi lugar.





viernes, 18 de noviembre de 2011

This is what I want

A menudo nos cuesta demasiado trabajo decidir qué queremos hacer en nuestra vida, cuáles son los objetivos que realmente perseguimos. Y es extraño que, una vez tomada la decisión final, la sombra de la duda seguirá acompañándonos siempre. ¿Nos estaremos equivocando? ¿Lo estaremos haciendo bien? ¿Qué hubiese sucedido si me hubiera decantado por otra opción?
No es fácil comenzar a encaminar nuestra vida por un sector profesional u otro. Tengo la firme convicción de que las personas que trabajan únicamente para conseguir dinero realmente no son felices. Y ojo, me refiero a las personas que han tenido la oportunidad -el privilegio, en muchos casos- de elegir libremente qué estudiar, no a aquellas otras que por circunstancias de la vida se han visto obligados a desempeñar un trabajo completamente diferente a aquel con el que un día soñaron.
Inmersa en mis estudios de segundo de Bachillerato, me dispongo a decidir qué voy a estudiar. Y es ahora precisamente cuando la idea de estudiar Traducción e Interpretación ronda mi mente. Sé que la carrera es difícil y que a día de hoy mi nivel de Inglés no es precisamente alto, pero quiero luchar por ello. Necesito hacerlo. La nota de corte que me exigen es muy elevada, no tengo dinero para irme a estudiar a otra ciudad y todo podría irse al traste en poco tiempo debido a mis circunstancias personales. Es por ello que comencé a descartar esta opción y hacer que mi cerebro pulsara el botón de reinicio para comenzar a barajar otras diferentes. Y entonces, sucedió algo inesperado. Leí su blog. Una estudiante de TeI que compagina sus estudios con su pasión por el ballet. Escribe con tanta entrega... con la firme convicción de que le gusta lo que está haciendo. Se esfuerza, y obtiene los resultados. Ella me animó a través de un comentario a luchar por estudiar esta carrera, y me ha aportado la fuerza necesaria para intentarlo al menos. Queda aún mucho tiempo para saber si esta entrada de blog quedará relegada al olvido o si el día en que fue escrita marcó el inicio del largo camino por recorrer que me espera. 
Lo que si sé es que disfruto solucionando los problemas de comunicación entre personas de culturas, contextos y circunstancias personales diferentes. Siento una inmensa curiosidad por conocer idiomas distintos, por enriquecerme con la historia de diversos pueblos y civilizaciones que aún hoy necesitan de una persona cualificada para entenderse. No tengo el FIRST ni el DELF, es cierto. Ni siquiera tengo el PET. Pero tengo muchas ganas de trabajar, de esforzarme y de luchar por esto. Y si eso no bastara, siempre me quedará la firme convicción de haberlo intentarlo hasta el final. Because I can do it. I want to do it. Because I need it. And I´ll do my best because this is what I really want.