“En la oscuridad puedo colgar en las paredes de mi mente lienzos de colores, en la soledad puedo ver quién soy bajo la piel"
Beatriz y los cuerpos celestes

martes, 4 de diciembre de 2012

Esperaré

Cuando era pequeña pensaba mucho en el futuro. Es normal, supongo; todos los niños lo hacen. Me imaginaba a mí misma con la edad que tengo ahora, tranquila, alejada de preocupaciones, feliz. Sin embargo, mi inocencia infantil no contaba con los problemas adultos que la vida nos va presentando. Siempre hay problemas; unas veces más graves y otras más llevaderos, pero de alguna manera siempre están ahí. La vida nunca es color de rosa, como decía Edith Piaf. Siempre habrá preocupaciones que nos atormentarán y personas que no nos caerán bien, del mismo modo que aquellos que estén dispuestos a brindarnos su amistad también harán su aparición. 

Nunca me ha gustado rendirme ante los problemas, pasar de ellos o simplemente delegar en otros su resolución. ¿Que vienen cuarenta problemas juntos? Pues allá vamos, a por ellos. No me importa enfrentarlos uno a uno, estoy dispuesta a ello, a no rendirme, a seguir adelante. Sin embargo, el tiempo pasa y me da por pensar si realmente merece la pena invertir tanto esfuerzo en asuntos que quizás no merezcan la pena. Honestamente, no sé si debería hacerlo. Siento que no llega mi momento, ese momento en el que yo pueda dar lo mejor de mí a los demás, en el que me sienta completamente a gusto, y no sólo conmigo misma, sino especialmente con lo que me rodea. Otros días vendrán, y del pasado sólo recordaré los buenos momentos, las risas, los abrazos, las miradas cómplices, los consejos y las palabras de aliento. De eso estoy segura.

No estoy viviendo un mal momento, simplemente, siento que estoy en un punto de inflexión. Tras un par de años duros, parece que voy viendo la luz al final del túnel, pero aún queda un largo camino por recorrer. Estoy conociendo gente nueva que me está aportando muchas cosas, y he decidido que quizás eso de ser profesora no esté tan mal, aunque todavía no tengo nada decidido sobre lo que quiero hacer. No sé, dejaré que las cosas vayan viniendo, no las presionaré. Seguiré luchando por las cosas que me importan, pero evitaré las preocupaciones a toda costa. Ahora necesito vivir otras experiencias, sentar las bases de lo que está por llegar. Y esperaré, por supuesto que esperaré ese momento, mi momento de dar el salto de mi vida y volar. Y para entonces, procuraré llevar puesto un buen paracaídas y no mirar hacia abajo. 

Seguramente no soy exactamente como imaginé que sería áhora cuando tenía seis años, pero hay algo de lo que estoy segura: siempre he sido fiel a mis convicciones, nunca he dejado de perseguir mis objetivos por más lejanos que estuvieran. Y, qué demonios, seguiré haciéndolo. Otros días vendrán, yo lo sé. Estoy segura.



Mar

8 comentarios:

  1. Mientras puedas levantarte por las mañanas y mirarte al espejo con una sonrisa, lo habrás hecho bien. Disfruta de la vida, que no nos damos cuenta que como todo, se acaba, y solo nos quedará todo lo que hayamos vivido. Biquiños!

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    1. Una verdad como un templo, estoy totalmente de acuerdo. ¡Muchas gracias por pasarte!

      Un beso, guapa

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  2. Claro que es un largo camino, a mi me pasaba igual, no hacía más que iamginarme mi vida de mayor y luego, jeje, me encantaría volver atrás a veces. Un besote muy fuerte!!!

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    1. Sí que es cierto que a veces es echan de menos algunos momentos del pasado, pero hay que tirar para adelante!!
      Un beso :)

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  3. Yo voy a acabar la carrera pronto y aun no se lo que haré después... y sabes qué¿? que me da igual, cuando la acabe ya decidiré, todo día a día, así se vive mejor ^^
    Besos!

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    1. Muy bien dicho, hay que vivir el presente! Lo demás ya vendrá. Disfruta :)

      Un beso!

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  4. Creo que aún eres joven para preocuparte por eso, de verdad. Yo, de pequeño, me imaginaba casado a los 21, que para mí era una edad que tardaría mucho en llegar. Ahora hace años que la rebasé y todavía soy universitario. Últimamente ya siento, por fin, cierta urgencia por acabar esta etapa y pasar a la siguiente, que en el fondo es ya la última. Pero también siento que tengo toda la vida por delante todavía, todas las decisiones por tomar. Y no pasa nada, al contrario. Es lo mejor. :-)

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    1. Pues te voy a dar toda la razón. Si es que es cierto, hay que vivir el presente!

      Un besazo

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