Fue sólo un segundo. Sintió una extraña y amenazante presión que la impulsaba al fondo, y un cosquilleo interior la hizo estremecerse. De nuevo, sintió que la sangre se le helaba y el pulso comenzó a pausarse. Apenas podía mover la punta de los dedos con un gracioso tintineo que bregaba por devolverla a la vida.
Pero no podía nadar.
Sus cabellos bailaban en el agua, y su cuerpo se tornaba cada vez más níveo y pesado. Apenas quedaba rastro de color en su tez, y sus ojos permanecían cerrados. Y así, quieta y mecida por la ingravidez acuosa, de dejó llevar, sumergida en un mar de recuerdos. Inmóvil.
Y entonces, su corazón volvió a latir.
Divisó una luz en la superficie, y la figura de una joven mujer que acudía a rescatarla. Su reflejo mismo. Cara a cara con su alma. Comprendió que aún la vida corría por sus venas, y que sus ojos aún no habrían de abandonarse a la oscuridad. Decidida, comenzó a despertar su cuerpo de su letargo, y con la convicción de que pronto se hallaría victoriosa, se impulsó a la superficie.
Llegó del mar, se reencontró con la vida y sonrió.
¿Podría haber alguna acción más loable que la de haber vencido a sus demonios y alzarse victoriosa al nuevo día?
Ohhhh, precioso Mar, me ha encantado, sinceramente. Creo que no podrías haber hecho una metáfora mejor. Cuando estás mal la sensación es de ahogo sin duda. Biquiños!
ResponderEliminarMuchas gracias Mandi, últimamente me cuesta atrapar la inspiración, por eso, cuando llega, no la dejo escapar de ninguna manera. Me alegra mucho que te haya gustado :)
EliminarUn beso enorme!
Me encanta, y me gusta mucho la imagen, es perfecta para ilustrar lo que nos narras :)
ResponderEliminar¿Te inspiró o vino después?
Aunque a veces tendamos a desorientarnos, nunca hay que dejar de nadar. Al menos, durante demasiado tiempo ;)
Besines!
Debo reconocer que la imagen me inspiró, es algo que me pasa muy a menudo :)
EliminarNunca, nunca hay que dejar de nadar. Siempre adelante!
Un beso enorme, Rober.
No se que me gusta más, si el texto o la imagen, es que son perfectos ambos... La palabra rendirse no debería existir!
ResponderEliminarGracias Pimi, mira que eres bonica cuando quieres jajaja
EliminarUn besazo, guapa.