“En la oscuridad puedo colgar en las paredes de mi mente lienzos de colores, en la soledad puedo ver quién soy bajo la piel"
Beatriz y los cuerpos celestes

viernes, 18 de enero de 2013

Un lugar llamado mundo


Piénsalo, piénsalo por un momento. Un lugar llamado mundo, donde nuestras palabras sean susurros del aire, donde seamos capaces de pronunciar los silencios que no nos dedicamos cuando debimos hacerlo. Una tierra nueva, un sol nuevo, y viejos recuerdos sepultados al olvido. Pronunciaremos las olas del mar al romper en la orilla; las pronunciaremos como si de nuestros nombres se tratara. La arena nos vestirá, la arena fina que, atrevida, se introducirá entre los dedos de nuestros pies y se deslizará por las palmas de nuestras manos.

Será un lugar llamado mundo, un nuevo mundo creado como lo quieres tú, como lo quiero yo. Un espacio donde no existirá ni el bien ni el mal, donde estará prohibido pensar antes de hablar. Seremos instintivos, voraces, furtivos... seres etéreos, dominados por impulsos, alejados de la razón y sus loables consecuencias. Será tu mundo, pero también será mío. Y no, no estaremos solos. No nos abandonaremos como dos locos que olvidaron hasta su fecha de nacimiento, no. Ni seremos uno, ni tampoco eternos. Viajaremos juntos, compartiremos experiencias y luego las escribiremos. Y cuando nos cansemos, nos diremos adiós, nos dedicaremos una última mirada y nos marcharemos, cada uno por su lado, a construir nuevos mundos, nuevos horizontes, nuevos mares, nuevos sueños.

Tú sólo piénsalo, piénsalo por un momento.


Fotograma de 'Los Amantes del Círculo Polar', de Julio Médem